29/7/09

En medio de la tormenta

En el momento más desesperado de la vida, ese que en algún momento se ha sentido todo perdido, esa circunstancia que arrebató la alegría y puso el llanto como ropa por un buen tiempo; ése episodio que no queremos volver a experimentar mas pero que es inherente de nuestra estancia en la tierra.

Es difícil que salgan las palabras de esperanza de nuestra boca, pero no imposible y contra todo pronóstico podremos alzar nuestra voz y decir:

“Te amo, oh Jehová, fortaleza mía.
Jehová, roca mía y castillo mío, y mi libertador;
Dios mío, fortaleza mía, en él confiaré;
Mi escudo, y la fuerza de mi salvación, mi alto refugio.
Invocaré a Jehová, quien es digno de ser alabado,
Y seré salvo de mis enemigos.
Me rodearon ligaduras de muerte,
Y torrentes de perversidad me atemorizaron.
Ligaduras del Seol me rodearon,
Me tendieron lazos de muerte.
En mi angustia invoqué a Jehová y clame a mi Dios.
Él oyó mi voz desde su templo,
Y mi clamor llegó delante de Él, a sus oídos…
(Salmos 18 :1 - 6)

Si has estado en estas situaciones podrás entender de lo que te hablo pero ¿a que te has aferrado en éstas circunstancias?, sino ha sido de Dios es el momento que comiences a confiar en Él pues es el único y verdadero Dios, que quiere vernos bien en nuestro diario vivir levántate y confía en Dios adelante.

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